ARTÍCULO.

Autor(es): Bernardo Olmedo Carranza.

Instituto de Investigaciones Económicas.

La alimentación es fundamental para la calidad de la vida. Una dieta adecuada sumada a servicios sanitarios y de salud de amplia cobertura y eficientes implica un sector de seguridad social menos costoso al contar con una población más sana. En contraste, un pueblo mal alimentado no tiene futuro para reproducirse sanamente, no solo en lo físico sino en lo cultural y lo social. Por ello es importante revalorar la riqueza de estos patrones alimentarios ancestrales, que se adaptan a los alimentos endémicos que caracterizan a cada región, frente a los efectos nocivos de dietas basadas en el consumo de alimentos con alto contenido de carbohidratos, azúcares y grasas altamente refinadas (alimentos chatarra), promovidas por empresas trasnacionales alimentarias, más aún ante escenarios como el de la pandemia de covid-19, que vino a recordarnos la necesidad de buscar patrones alimentarios más sustentables..

Rescate del patrón alimentario tradicional ñahñú del Valle del Mezquital ante Covid-19 [1672]
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