ARTÍCULO.

Autor(es): María Luisa Rodríguez-Sala.

Instituto de Investigaciones Sociales.

La población novohispana se vio asolada por numerosas epidemias y pandemias, propiamente todas fueron identificadas, salvo la de 1813 que se extendió por diversos territorios con numerosas víctimas. Tuvo su origen en el “Sitio de Cuautla” (febrero a mayo de 1812), del ejército realista a los insurgentes. Dicho estado provocó una situación de total falta de higiene y de hambre y sed generalizadas que debilitaron las defensas de los individuos. Con ello se dio paso al desarrollo de un malestar que se manifestó con síntomas de “calofrío, dolor gravativo de cabeza, espalda y piernas, amargura en la lengua, muchas veces vasca y vómitos viliosos (sic) y un sudor espontáneo”.

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